Piensa global, actúa local

“Piensa global, actúa local” es una frase típica del entorno ecologista, pero que encierra una realidad que desde las redes sociales olvidamos con frecuencia.

Cuando actuamos en los entornos sociales virtuales (Blogs, redes sociales, mensajería instantánea…) pensamos que nuestra acción se restringe a ciertos ámbitos en el tiempo y el espacio. Más concretamente, pensamos en la influencia que tendrá nuestro trabajo evangelizador tendrá más repercusión en nuestro entorno cercano, sin darnos cuenta que el concepto “local” no existe dentro del la red. Abrimos un blog en indonesia y nos damos cuenta que la mayoría de los visitantes son del norte de Europa. ¿Cómo es posible que esto sea así?

Hay que tener en cuenta que la red produce que el factor distancia se reduzca o incluso desaparezca. La distancia en la red las marcan otros factores:

·   Lenguaje. El lenguaje es el factor que nos distancia o nos acerca de manera más acusada. Emplear ciertas palabras, frases o determinada “jerga” que hace que quien nos lea o nos oiga, se sienta cercano o lejano. En este caso, quienes utilizan un mismo lenguaje tienen más posibilidades de sentirse unidos por un nexo común.

·   Estética. Los colores, figuras, videos que utilizamos o compartimos, son también un tipo de lenguaje que nos acerca no nos aleja. Por ejemplo, en el caso de personas comprometidas con cofradías o salidas procesionales, la estética que utilizan es muy característica. Si creamos un blog de una cofradía y utilizamos tonos pastel, los seguidores estandar de esta temática pueden generar un cierto prejuicio que le hará escapar con facilidad. Da igual si los textos, enlaces o figuras sean fantásticas… la estética es tan importante como el propio contenido. Esto ocurre también en las redes sociales con los diferentes posts que compartimos o producimos. Al compartir también compartimos la estética y el mensaje que conlleva lo que compartimos.

·   Temática colateral. No es frecuente que siempre estemos hablando de lo mismo y compartamos material sobre los mismos temas. Siempre existe un porcentaje de entradas, posts en las redes o mensajes instantáneos que son colaterales con la temática que tratamos. Muchas veces, estas temáticas colaterales terminan siendo más importantes que la temática principal, ya que las personas se sienten más cercanas cuanta más afinidad temática existe.

El factor tiempo también es interesante de considerar. Lo que compartimos en los entornos sociales virtuales se difunde de forma asíncrona. Algo que mandamos en determinado momento, puede ser maravilloso para alguien que se conecta dentro de 10 horas. Pero si existen redes sociales en las que, tras dos horas, se pierden los contenidos o su acceso es muy tedioso ¿Cómo hacer para que este desfase se reduzca?

En la mayoría de las redes sociales existe la posibilidad de crear grupos temáticos. Estos grupos temáticos permiten recoger aportaciones y mantenerlas mucho más tiempo que dentro de nuestro perfil personal. Estos grupos permiten que los inscritos reciban notificaciones de la publicación, por lo que tendremos la posibilidad de contactar con más facilidad, minimizando el “post lag” (creo que me acabo de inventar este concepto)

En los blogs ocurre algo similar, pero el factor tiempo resulta ser de años o incluso decenios. Lo que publiquemos puede ser encontrado por medio de los buscadores o etiquetas, lo que hace que se minimice el “post lag” que tienen las entornos sociales más habituales. Hay que pensar que nuestra actividad virtual no se ajusta a lo que en cada momento compartimos, sino a todo lo que hemos compartido hasta el momento o hasta el momento en que se pierde la información dentro del entorno social: media hora en Twitter y un par de horas en Facebook o G+. Una forma de buscar información dentro de Twitter es el uso de los hashtag. Mediante estas etiquetas podemos rastrear lo que se dijo sobre un tema durante unos días.


Los factores tiempo y espacio son muy importante en los entornos sociales virtuales, pero actúan de manera diferente en cada blog y circunstancia determinada. No viene mal que estemos atentos y estudiemos cómo influyen estos factores en nuestra labor de evangelización virtual.